martes, 11 de diciembre de 2012

Tu calor.


Describiré cada lágrima que salga de mis ojos en una hoja de papel. Forjaré sonrisas. Correré contracorriente, contra el viento, que más de si es poniente. Cuidaré de aquel que me necesite. Estaré a tu lado siempre. Nunca incumplimos una promesa. Siempre fuimos dos, tu mi guía, yo tu ojito derecho. Le daré cuerda al reloj, nunca dejará de latir mi corazón; puesto que es cada latido el que deshace el hielo; hielo con el que forcé mi sonrisa, hielo con el que apalié el dolor.
No me cuesta nada escribirte, sobra inspiración cuando eres calor en los días de sofá, frío y manta.  Sol de madrugada que entra, día a día, por la ventana de mi nueva vida. La flor más bonita del desierto. La pequeña gota que llena el vaso sin apenas hacer ruido, discreta pero eficaz. Las pilas para cuando se acaba la batería; las ganas de vivir.
Describiré cada lágrima que salga de mis ojos como describí tu “yo”. Las describiré con una sonrisa en la boca, con más promesas que cumplir, con apuestas más fuertes que las anteriores. Superación delante del miedo y sonrisas que dan calor; tu calor.

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