Bienvenidos a una vida frenética y aburrida, metódica y en
la que todo tiene cabida. Quiero presentaros un mundo de estricto caos en el
que ando sumida. De anchos quehaceres y poco tiempo, todo el tiempo que la vida
misma te permita.
Sumiros por un instante en una vida de recuerdos que olvidar
aferrados a una memoria de prodigiosa extensión y detalle.
Perder cuidado en ir con tacto. De todos modos no será el
mundo el que se ande con tiento con los sentimientos, que escondidos, prefiero
reprimir.
Amoldaos a un universo de ausencias, en el que echar de
menos está a la orden del día, casi con tanta frecuencia como respirar o como
los latidos del corazón.
Adentraos sin miedo que no muerdo, aunque parezca mentira y
os pueda asustar con tanta bordería.
Aquí acaba el dulce y a la vez enjuto paseo por una vida
como cualquier otra, que se os puede antojar tan extraña como curiosa o sincera
y abierta.
Espero que hayáis disfrutado de los sinsentidos cuerdos y
calculadamente agradables que así, sin más, os ofrezco.
Eso sí, encarecidamente os pido : no os quedéis.