miércoles, 3 de julio de 2013

DIARIO DE UNA SOÑADORA: VIII. Musicalmente hablando, los conciertos, mejor de su mano.

Siéndoos sincera, el principio de esta historia mejor se la preguntáis a él, que fue el que una aburrida mañana de domingo decidió agregarme al tuenti. Yo, sinceramente, no se deciros porque razón acepté.
Es curioso que todo esto empezase así, como un mero juego de niños pequeños. Yo tampoco lo llego a comprender del todo bien. Si quiero ponerle una fecha de inicio a todo este entresijo de casualidades me siento plenamente incapaz.
Pasábamos horas hablando en la red, mientras cada uno continuaba con su vida por su lado. ¿Qué por qué hablábamos tanto? Carezco de contestación hacia esta pregunta; lo único que se cierto es que cuadramos y surgió una bonita amistad que poco a poco se fue consolidando. Y que, a día de hoy, ha hecho de David una persona imprescindible en mi vida.
Recuerdo que por primera vez nos vimos en el salón del manga de hace más de dos años, o quizás no… Se me hace complicado ponerle fechas a algo tan extraño. Pero lo que sí es totalmente verídico es que pasé, uno de los mejores conciertos de mi vida, de su mano: Dándose lugar en Alcoy y celebrándose por sus fiestas de moros y cristianos, tuvo lugar el Sound Jordi, concierto que por supuesto no teníamos intención de perdernos, ni mis amigos, ni él. Fue una noche digna de contar, pero eso extendería demasiado este fragmento. Lo que quedó firmemente atado fue nuestro lazo.
Nos procesábamos un cariño sin límites, que estaba por encima de la distancia que nos separaba. Nos veíamos cuando podíamos, aunque fuese poco.
¿Ahora? Ahora que vivimos tan cerca, cuento los días que me quedan para verle. Hacemos mil planes juntos. Aun no hace un año que vivo en Valencia y ya nos hemos recorrido unos cuantos conciertos (incluyendo una de las mejores experiencias de mi vida: el Viña Rock 2013).
Quiero que queden aquí reafirmados mis sentimientos; aunque es difícil escribir en un diario lo que forma parte de tu presente, aquello que se pasa todo el día ocupando tu mente; y de lo que estás segura que quieres para tu futuro.

Porque esta historia empezó en conciertos. Pero, en general, mi vida, mejor de tu mano, mi vida.