miércoles, 21 de noviembre de 2012

Caerás.


Me sorprendo, sonrío. Si, vuelvo a respirar, y sonrío. Recuerdo momentos inolvidables y respiro, respiro hondo. Melancolía, ¿qué más da? Sonrío, pronto volverá. Abrazos y lágrimas gravadas a fuego; sonrío, no volverán. Me busca en medio de sus sinsentidos, cuando no me encuentre, volverá. Sé que no  es sin mí, ni tampoco conmigo.
Una corazonada. A petición tuya, respuesta mía. No me necesitas nunca, excepto cuando crecen las bolas de pelo en atardeceres solitarios que te dejan mudo. Mudo, sordo, quién sabe si también cojo. El corazón cojea. Yo ya lo acepté, sonrío.
No me busques, estoy aquí. Huelo tu perfume a miel, respiro y sonrío, soy así. Lo recordarás siempre que quieras, estoy aquí. No me iré nunca o tal vez sí. Tal vez eche a correr lejos, pero siempre miraré hacia atrás. Miraré para ver como caes, porque sé que no eres sin mí, ni tampoco conmigo.
Respiro, no intentes entender mis sinsentido. Sonrío, hoy soy feliz y sonrío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario